En el inventario abierto (en proceso de realización) de fundidores de campanas hecho por el grupo de campaneros valencianos hablan de 6 fundidores albaidines
M. Porta e hijos (3), E. Costa (4), L. Roses e hijos (6)/hijos de L. Roses (42), L. Roses (desaparecido-?-), M. Roses Santos(7 ), V. Roses (2).De L. Roses (Lorenzo) encontramos un expediente y una reclamación en el Archivo Municipal de Albaida de finales del siglo XIX.
-1884, horno de fundición de campanas en la calle Ereta (placeta)
-1887, suscripción voluntaria para atender la refundición (refundición) de campanas (10, 25, 50 pts.)
-1894, el ayuntamiento abre un expediente para retirar y trasladar un horno de fundición (fundición) de campanas solicitado por dos vecinos de la calle Ereta (Sres. Monzó y Mollà) situado en la plazoleta de dicha calle y que es un peligro para sus casas. Resulta curioso que se abra el expediente sin haber realizado, antes, ninguna inspección municipal ni informe de perito a alguien. Es decir, desde la lejanía del tiempo parece que puede haber sospechas de nula objetividad ni parcialidad a la hora de tomar la resolución municipal. Pero bueno, vamos al expediente. El propietario de la fundición (fundición), SR. L. Roses se queja de no estar avisado y del poco tiempo para defender su negocio y así lo indica en su reclamación diciendo que nadie ha ido a verlo, ni le han pedido la clave, a menos que hayan botado el muro y entrado sin mi permiso. El sr. L. Roses también dice que hace diez años que tiene el horno de fundición en funcionamiento y que esos vecinos nunca se han quejado hasta ahora. Por cierto, uno de los demandantes (D. Monzó) es teniente alcalde de la Villa. La casa del sr. F.de Paula Monzó es un poso y fábrica de cirios de cera.
-1895, los peritos llamados por ambas partes (Tomàs Bernia y Francisco Tormo) hacen la inspección y creen que el horno es un peligro por las llamas del fuego y las altas temperaturas por estar abierto y sin cubierta. Desgraciadamente no sabemos cómo se acabó y cerró el expediente para retirar y trasladar el susodicho horno de fundición de campanas.
-1896, SR. L. Roses, fabricante de campanas, le reclama a la Villa la deuda pendiente (345 pts.) que el ayuntamiento tiene con él, por las 3 campanas fundidas hacía seis años antes para la iglesia parroquial (1888).
En el libro “El mirador del valle” escrito a 3 manos (R. Yago, A. Soler, R. Jordà) con la colaboración de una cuarta (X. Tormo) que habla sobre Atzeneta de Albaida, encontrará un capítulo sobre las campanas y sus fundidores. En el mismo, cuenta y dice Ramon Yago en el libro “…un día cualquiera…lo que paseaban por el pasacalle…sintieron campanas y no sabían de dónde venían… del corral de una de las casas….procedían los toques de prueba de un bronce recién horneado…”. Por entonces, las campanas se solían hacer a pie de campanario donde se instalaba un horno de obra para fundir el material. Al mismo tiempo, se preparaba el molde y se hacía un agujero para colgarlo. Después vinieron las fundiciones o fundaciones donde se realizaban las más pequeñas para poder transportarse mejor. Muchas de ellas cargadas en los vagones del tren de Albaida.
Para saber más:
Josep Moll
Salud y pelota
